Y un poco mas de consejos
He aquí a algunos consejos para comenzar el año escolar fácilmente:
• Sé consciente de tu actitud. No todos los chicos están ansiosos por el regreso a clases, pero una actitud mental positiva puede ser contagiosa. En lugar de decir cosas como, “Tu maestro no permitirá ese tipo de comportamiento en la escuela” intenta ser positivo y decir, “Yo sé que tu profesor estará ansioso de oírlo todo acerca de nuestro viaje a las montañas.” Ayuda a que el niño más grande se emocione acerca de lo que puede aprender en este año escolar. “Este es el año en el que te toca estudiar astronomía. Casi no puedo espera a que seas tú el que me enseñe a mí acerca de las estrellas.
• Establece los tiempos para dormir en las noches escolares antes de que empiece la escuela. Los niños en edad escolar necesitan entre 9 y 11 horas de sueño, y aunque tengan eso durante el verano, por lo general empieza más tarde de lo que es bueno en una noche escolar. Siete días antes del inicio de la escuela, empieza a establecer la hora de dormir 15 minutos más temprano. Cada noche retrocédela algunos minutos más, hasta que llegues al tiempo para dormir deseado. Los niños deben de despertarse naturalmente en la mañana si han tenido suficiente sueño.
• Establece tu rutina de la noche escolar al mismo tiempo, una semana completa antes del comienzo de la escuela. Aunque hayas permitido tiempo para la televisión o la tecnología antes de dormir durante el verano, puede no ser una manera adecuada de hacer que tus hijos estén calmados y listos para la cama en una noche escolar. Regresa a tu rutina de baño o regadera, libros, y tiempo para arroparlos. Regresa a tus rituales de bajo perfil que incluyen una charla íntima en la cama, descargando lo que pasó en su día.
• Ajusta tu rutina de la mañana. Una semana antes de que la escuela empiece, establece la rutina de la mañana de los días escolares. Una manera segura de empezar el día correctamente – sin peleas acerca de la ropa, por ejemplo – es el seguir este horario:
-Tiempo para acurrucarse (¡Con suerte aún tus hijos más grandes lo requieren!)
-Vestirse (Empezando desde los 4 años de edad, los niños deben de escoger su propia ropa; con suerte la han escogido la noche anterior)
-Comer el desayuno, pero solamente hasta después de haberse puesto toda la ropa. (Si te preocupa que él o ella tomen su ropa sucia para la escuela, arroja una de tus camisetas viejas sobre su ropa.)
-Lavarse los dientes
-¡Tiempo extra! (Unos cuantos minutos en la computadora, ¡un juego rápido de Uno!)
• Designa y prepara un lugar para la tarea. Aún para los niños más reacios, no hay nada que se le parezca a los nuevos útiles escolares. (¡¿Recuerdas?!) Después de haber ido de compras con tus hijos, decide con él o ella en dónde hará su tarea. No solamente deberán de tener sus útiles escolares, sino también pueden modificar a sus áreas de tarea. Mientras más involucrados estén, más motivados estarán para tranquilizarse y ponerse a trabajar.
Cuando empiece el año escolar…
• Crea rutinas. Ya sea que te ayuden a hacer sus almuerzos, cuándo y en dónde van a hacer sus tareas, o cuándo harán sus labores de la casa, las rutinas ayudan a que los niños se mantengan en el camino.
• Establece las reglas. Cada familia tendrá una idea diferente acerca de la televisión durante la semana, así como del tiempo en la computadora y con la tecnología. Organiza una reunión familiar para discutir tus ideas. Asegúrate de solicitar sus opiniones, y haz concesiones en donde puedas. Es más probable que los niños que se involucran en el establecimiento de las reglas las acaten.
• Haz lo más que puedas la noche anterior. Ayuda a tus hijos a preparar su ropa (si es necesario); pon la mesa para el desayuno; haz los almuerzos; pon el café en la cafetera; pon los boletos para el viaje, las mochilas, y cualquier otra cosa que se necesita para ir a la escuela junto a la puerta de salida.
• Establece la alarma en tu despertador más temprano. Yo sé que odiarás este, y lo siento. Pero el apurarse es el enemigo de los niños. Pon tu despertador para que suene 10 minutos antes de lo que pienses que necesitas. Si no tienes prisa, estarás más relajado con tus hijos. Simplemente, estarás más accesible, y ellos no necesitarán hacer berrinches para atraer tu atención. Una atmósfera caótica y apresurada no hacen una buena despedida para el día escolar.
• Sobrestima el tiempo de preparación de tu familia. Sea lo que sea el tiempo que crees que necesitará todo el mundo para estar listos para la escuela… ¡duplícalo! Si hay tiempo extra, pásalo haciendo algo divertido, inclusive imprevisto con tus hijos. Les ayudará a empezar su día felizmente, y es mucho mejor que apurarlos.
• Tomen los desayunos juntos. El pasar un tiempo de calidad juntos en el desayunador (sin leer el periódico, sin revisar el correo electrónico, sin concentrarse en la comida que se comen o dejan de comer), ayuda mucho para llenar el tanque de tus hijos. Sus momentos contigo se quedarán con ellos durante todo el día, recordándoles que ellos pertenecen a una familia que los quiere.
FUENTE: EL ARTE DE EDUCAR 2013